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Abogado criminalista Jose I Rivas

La Presunta “Asesina de la Maleta” Sarah Boone pasa por Encima de los Abogados Defensores: Número 9 en la Cubierta

Desde su arresto en 2020, Sarah Boone ha pasado por ocho abogados defensores, muchos de los cuales abandonaron el caso al considerar que era demasiado difícil trabajar con la acusada. El analista legal de Orlando, José Rivas, analiza cómo la frecuente rotación crea una cascada de desafíos y corre el riesgo de comprometer el derecho de la acusada a una representación efectiva, poniendo en peligro su defensa en general.

Orlando Criminal Defense Attorney and Legal Analyst Jose Rivas on the Sarah Boone Murder Trial

La Constitución garantiza a todos el derecho a un abogado en un juicio criminal, y la presunta “asesina de la maleta” Sarah Boone lo está aprovechando al máximo. Sarah Boone, de 49 años, fue detenida por el asesinato por asfixia de su novio José Torres en 2020, tras meterlo presuntamente en una maleta en la casa que compartían en Winter Park. Desde entonces, las puertas giratorias del Palacio de Justicia del Condado de Orange han visto entrar y salir a ocho abogados defensores de Sarah Boone, la mayoría de ellos defensores públicos.

El Analista Jurídico José Rivas sobre el Caso de Asesinato de Sarah Boone

Sarah Boone

Rivas afirma que la frecuente rotación de abogados defensores crea una cascada de problemas en los procesos penales. Interrumpe la continuidad de los casos, socava la coherencia estratégica y agota la paciencia de los tribunales. La necesidad constante de incorporar nuevos abogados malgasta recursos y puede hacer que se pasen por alto pruebas cruciales. Esta puerta giratoria de abogados debilita la confianza de los clientes, complica las negociaciones de los cargos y puede influir negativamente en la percepción del jurado. En última instancia, esta inestabilidad puede poner en peligro la defensa en su conjunto.

Sarah Boone había pasado por ocho abogados antes de que un frustrado juez Michael Kraynick dictaminara que había perdido su derecho a un abogado de oficio debido a su incapacidad para trabajar con ellos. Apartada de la oferta de defensores públicos, Sarah Boone intentó representarse a sí misma y rápidamente aprendió que ser abogado criminalista es mucho más difícil de lo que parece. Así que aprovechó la publicidad que generó su caso para buscar otro abogado que la defendiera. Y el abogado número 9 dice estar decidido a “llegar hasta el final”.

Pero Rivas dice que cualquier abogado que intervenga en este momento va a enfrentarse a muchos retos. “Para empezar, ha habido docenas de entrevistas, declaraciones de testigos, informes de detectives, testimonios de expertos forenses y evaluaciones psicológicas. Tiene que revisar y evaluar todo el trabajo que hicieron (o dejaron de hacer) los ocho abogados anteriores y solucionar los problemas que pueda haber”, explica. “Lo que no puedes hacer es volver atrás e interrogar a testigos que ya han sido interrogados. No puedes volver atrás y arreglar las oportunidades perdidas para preservar el derecho a apelar. Puedes explorar nuevas vías de defensa, pero no puedes reiniciar el reloj”.

Sarah Boone

Otra gran desventaja para un abogado entrante en esta situación es que tendrá poco tiempo para ponerse al día, por no hablar de diseñar una nueva estrategia de defensa. “El nuevo abogado es responsable de saber todo lo que hay que saber sobre el caso y tiene que estar preparado para ir a juicio una vez que diga que está listo para el juicio”, dijo Rivas. “Porque si va a juicio, y no está preparado, puede haber una apelación alegando Asistencia Inefectiva de Abogado si ella es condenada, y todo el caso se reabre”.

El Nuevo Abogado Apunta a la Defensa del “Síndrome del Cónyuge Maltratado”

El último abogado de Sarah Boone, James Owens, ha introducido una nueva estrategia, invocando el Síndrome del Cónyuge Maltratado en su defensa. Owens sostiene que este enfoque es crucial, dada la supuesta relación inestable de Sarah Boone con la víctima. Buscando tiempo para reforzar esta defensa con el testimonio de expertos, Owens solicitó un aplazamiento del juicio. Sin embargo, el juez, que ya había advertido contra los retrasos salvo en circunstancias excepcionales, denegó esta petición. El caso de Sarah Boone sigue siendo complejo, influido por su conducta anterior en los tribunales y su tumultuosa historia con anteriores abogados.

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